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Cada vez que un idioma desaparece, desaparece todo un universo. – Juan Marambio

Cada vez que un idioma desaparece, desaparece todo un universo. Esta frase, de profundo significado, nos enseña que cada cultura constituye un aporte único de conocimientos sobre nuestro planeta y sobre nosotros mismos.

En un mundo que tiende a la homogeneización (tanto cultural como ecológica), la diversidad aparece como una tendencia natural que se contrapone. Es que la naturaleza tiende a la diversidad, porque esta diversidad permite mejorar las oportunidades de que la vida perdure en el tiempo, a pesar de los cambios que puedan ocurrir.

En los últimos años de desarrollo del turismo, cada vez ha cobrado más fuerza la búsqueda de experiencias que nos conecten con esa diversidad, ya no solo de paisajes y destinos (que existe desde los primeros años del sector) sino especialmente de diversidad cultural, que permita a los viajeros aprender nuevas formas de mirar el mundo y de comprenderse a sí mismos. Es que la búsqueda de sentido y de formas de vida sustentables es ya casi una necesidad para muchos viajeros. Las crisis planetarias, cuyos impactos vemos en todo el mundo, nos llevan a cuestionarnos los modos de vida actuales y a buscar alternativas que nos permitan vivir en mayor armonía con el planeta y en la sociedad.

Es aquí donde los pueblos indígenas, herederos de tradiciones culturales únicas y diversas, van adquiriendo un rol protagónico en el turismo. Los conocimientos y tradiciones de estos pueblos en torno a la naturaleza y a la convivencia entre personas no solo resultan atractivos, sino también llenos de sentido para quienes buscan este tipo de viajes.

El turismo, además, ofrece una oportunidad de resignificar una historia que, hasta hace pocos años, era sumamente irrespetuosa de las tradiciones originarias. Años de prejuicios e incluso tergiversaciones de su cultura, tradiciones e historia, son revertidos a partir de experiencias turísticas que ofrecen a los visitantes re-aprender y re-significar a los pueblos originarios, comprendiendo el valor de su cultura y el tremendo potencial que representan para poder vivir mejor. Así, aparece un nuevo y profundo respeto mutuo, que favorece la convivencia, el diálogo y el aprendizaje mutuo.

En este nuevo aniversario del contacto entre la culturas europeas y las originarias de América, queremos invitarlos a reflexionar sobre las oportunidades y los desafíos que nos ofrece el turismo para respetarnos más entre las personas, a valorar la diversidad cultural y aprovecharla para resolver los desafíos enormes que tenemos como humanidad y como planeta en estos tiempos.

Juan Marambio
Co-fundador & Director Travolution ORG

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